Posición de la Iglesia Católica sobre algunos de los conceptos usados por el feminismo
Foto de Mikhail Nilov de Pexels |
1. La Iglesia Católica reafirma la dignidad y el valor de las mujeres, así como la igualdad de derechos de hombres y mujeres.
2. La Iglesia Católica, en conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, destaca que la familia es la unidad básica de la sociedad, y está fundada en el matrimonio como sociedad igual entre el esposo y la esposa, a los que se ha confiado la transmisión de la vida.
3. La Iglesia Católica solo puede interpretar expresiones como «derecho de las mujeres a controlar su sexualidad», «derecho de las mujeres a controlar... su fertilidad», o «parejas e individuos», como referidas al uso responsable de la sexualidad dentro del matrimonio. Al mismo tiempo, la Iglesia Católica condena firmemente todas las formas de violencia y explotación contra las mujeres y las jóvenes.
4. La Iglesia Católica no considera que el aborto o los servicios destinados al aborto son una dimensión de la salud reproductiva o servicios de salud reproductiva. La Iglesia Católica no aprueba ninguna forma de legislación que reconozca legalmente el aborto.
5. Con respecto a los términos «planificación familiar» o «acceso más amplio a los servicios de planificación familiar», y a otros relacionados con los servicios de planificación familiar o regulación de la fertilidad, es bien conocida la posición de la Iglesia Católica sobre los métodos de planificación familiar que considera inaceptables moralmente, o sobre los servicios de planificación familiar que no respetan la libertad de los esposos, la dignidad humana o los derechos humanos de las personas implicadas. La Iglesia Católica no aprueba en absoluto la anticoncepción o el uso de preservativos, tanto en las medidas de planificación familiar como en los programas de prevención del VIH y del sida.
6. La Iglesia Católica se opone a que se obligue a los profesionales de la sanidad o a las estructuras sanitarias para que realicen, colaboren, indiquen u organicen servicios con respecto a los cuales tengan objeciones basadas en sus creencias religiosas o sus convicciones morales o éticas.
9. La Iglesia Católica rechaza una atención totalmente desproporcionada a la salud sexual y reproductiva, en relación con las otras necesidades sanitarias de las mujeres, incluyendo los medios para afrontar la mortalidad y la morbilidad materna. Además, la Iglesia Católica no puede aceptar la terminología ambigua sobre el control indiscriminado de la sexualidad y la fertilidad, especialmente porque podría interpretarse como una aprobación social del aborto o la homosexualidad. Sin embargo, este rechazo no indica ningún tipo de disminución del compromiso de la Iglesia Católica en favor de la promoción de la salud de las mujeres y las jóvenes.
10. Acerca del derecho de las mujeres a «controlar su sexualidad», la Iglesia Católica rechaza estos términos si son entendidos como la aprobación de las relaciones sexuales fuera del matrimonio heterosexual. Sin embargo, por otra parte, la Iglesia Católica condena la violencia contra las mujeres, y reafirma la importancia de la reciprocidad y la responsabilidad compartida, el respeto y el libre consentimiento en las relaciones conyugales.
Sobre los derechos humanos, la Iglesia Católica expresa su preocupación por el excesivo individualismo con el que se trata los derechos humanos.
11. Con respecto a la frase «los derechos de las mujeres son derechos humanos», la Iglesia Católica la interpreta con el significado de que las mujeres deben gozar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
*L'Osservatore Romano. Edición semanal en lengua española n.38 p.2.
Comentarios