Interpretación católica del témino «género»
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La Iglesia Católica entiende el término «género» como fundado en una identidad biológico-sexual, varón y mujer.
La Iglesia Católica excluye, así, interpretaciones dudosas basadas en concepciones muy difundidas, que afirman que la identidad sexual puede adaptarse indefinidamente, para acomodarse a nuevas y diferentes finalidades.
Asimismo, no comparte la noción de determinismo biológico, según la cual todas las funciones y relaciones de los dos sexos están establecidas en un modelo único y estático.
El Papa Juan Pablo II ha insistido en la distinción y complementariedad de la mujer y el hombre. Al mismo tiempo, se ha alegrado de los nuevos papeles que desempeñan las mujeres, ha puesto de relieve hasta qué punto los condicionamientos culturales representan un obstáculo para el progreso de las mujeres, y ha exhortado a los hombres a fomentar «este gran proceso de liberación de la mujer» (Carta a las mujeres, 6).
En su Carta a las mujeres, el Papa ha explicado el punto de vista de la Iglesia del siguiente modo: «Es posible acoger también, sin desventajas para la mujer, una cierta diversidad de papeles, en la medida en que tal diversidad no es fruto de imposición arbitraria, sino que mana del carácter peculiar del ser masculino y femenino» (n. 11).
*L'Osservatore Romano. Edición semanal en lengua española n.38 p.1.
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